MILAN 430 (2-4) REAL ONTANILLA
¡Por fin! Después de unos días convulsos, y ya bajo la atenta mirada del comité de censura, podemos leer ya la crónica del partido de nuestro Milan 430 contra el Real Ontanilla.
Todos recordamos el fatídico partido contra los de Ontanilla que se disputó en la jornada 2. El árbitro fanegas, enemigo del Milan 430 y del resto de pueblos libres, puteó con ganas a los Milaneses y nos encaminó sin remedio a la derrota. Esta vez el árbitro era uno de los mejores y más cachondos de la liga. La derrota, por lo tanto, fue de cosecha propia. No necesitamos árbitros tocagüevos que nos ayuden.
Pero si en un partido podemos poner excusas, y que cuelen, es en este. Las sonadas ausencias de varios de los jugadores del Milan 430 hicieron casi imposible completar la convocatoria para el partido. A las ya conocidas bajas por lesión de Jesús (músculo Tello) y Víctor (Piece), tuvimos que sumar las de Dani (cambio de aceite), Alex ( tenía que podar sus ramas más altas) y, la determinante baja de nuestro estimado portero y salvador, Sergio. Los hermanos Casas y Víctor acudieron al rescate, pero, sin portero, la cosa pintaba mal.
La alineación inicial fue la siguiente: Luís asumió el papel de portero durante los primeros minutos. David y Gabi ocuparon el centro de la defensa; Víctor y Héctor se posicionaron en las bandas, David de las Casas por el centro y Chicha arriba.
El partido, muy bien, no empezó. La grada estaba más vacía que de costumbre, y por algo sería. Durante los primeros minutos, los de Ontanilla aprovecharon la poca experiencia del portero milanés, y anotaron en dos ocasinones, con sendos tiros desde lejos, ambos ajustados al palo. Luis pidió el cambio a Gabi antes del minuto 10, y el sensual capitán asumió el deber histórico que suponía para él, la Hormiga Atómica, el ocupar la portería del Milán 430. Sobre el cambio, Luis afirmó después del partido:
"Perdonad chavales, la mano no me dejaba ver."
Esta inquietante afirmación nos dejó a todos locos. Imaginamos que sería una cosa así:
El partido empezaba cuesta abajo, pero el Milan no se iba a rendir. A pesar de los malos resultados, el juego de los Milaneses va mejorando, y después de estos dos primeros goles, los del Milan se lanzaron al ataque. Todavía en la primera parte, Chicha, tras un pase largo de Luis, anotó el 2-1. El Milan dominaba el partido, pero como siempre, nos faltaba gol, y, porqué no decirlo, algo de sensualidad en el campo. Gabi, el Pezqueñin, se dejó querer por la grada, que ante la noticia de que el Capi ocupaba la portería, se llenó hasta los topes. Tuvo un par de intervenciones que, para no ser portero, no estuvieron nada mal.
Mmmmmm... sensi.
En la segunda parte el Milan lo dio todo. La delantera, liderada por Jhoni y Chicha no dejaba de asediar la portería rival. Teníamos la posesión, el control del partido. Pero con el equipo volcado en el ataque, fue en una contra cuando el delantero Ontanillés batió al sensual portero en un uno contra uno. Pero el Milan, erre que erra, siguió con el asedio y Victor, a pase de Jhoni, y tras un remate tan extraño como incomprensible, anotó el 2-3. Hector, increible pero cierto, estuvo a punto de marcar de cabeza. Después sufrió una brutal falta al borde del área rival, que Chicha mandó fuera por poco, que le dejó marcado como a una bestia de carga.
Mírale que contento.
El Milan lo intentó por todos los medios. Arriba estuvimos bien, mantuvimos la posesión. La defensa estaba magnífica. Pero otra vez fue el Ontanilla el equipo que se volvió a adelantar, en una contra idéntica a la del tercer gol. El 2-4 dejaba el partido sentenciado.
Sinceramente os digo, se me han olvidado muchas cosas, así que espero que en los comentarios se complete esta bonita historia.
