La Mina. 9 de Marzo de 2014
LAS HECES DE LOS PAPUA (3 - 1) MILAN 430
La primavera se huele, se oye y se palpa con la punta del prepu.
Los gorriones silban la canción de Doraemon, los chopos de la avenida de Fátima
comienzan a dispararnos el polen, las muchachas… ¡Ay las muchachas! Los
viejecitos madrugan más para ir al centro de salud, los perros fornican con las
piernas humanas… y podría escribir un Quijote, pero me paro ya, porque lo que
quiero decir es que, el cambio de temperatura
afecta para bien a la mocha de la gente, pero el rendimiento al
practicar deportes disminuye (que nadie tome esto como una excusa del Milán 430
por su rutinaria derrota), con el calor en el ambiente te sientes menos veloz,
más perezoso, menos guapo… pero a pesar de todo esto el equipo estaba
deseando enfrentarse a las Heces de los Papua, porque son majetes, son
atractivos y son un poco paquetes, pero no tanto como el Milán 430 (por
supuesto).
El ambiente pedía la realización de una concentración, o
lo que es lo mismo, gorronear en la nevera de la casa de Alex y Andrea
(Andrejandro), donde se habló, discutió e incluso hubo alguna amenaza violenta
por parte de Luis, sobre la alineación y la táctica a seguir en el encuentro.
Diversión a tope en la concentración de "Andrejandro".
El partido primaveral presentaba dos problemas. Uno
solucionado días antes con la incorporación de Rodrigo a falta de nuestro portero
Sergio. Y el otro problema fue la necesidad de conseguir nuevas fichas de
equipo, ya que las anteriores se las había comido Héctor al haberlas confundido
con heno (hecho por el que fue castigado por Dani sin jugar este partido).
Finalmente se consiguieron otras fichas.
Llegó la hora. La alineación titular milanesa mostraba a
Rodrigo en la portería, Dani y Jesús (las dos torres, como el libro de Tolkien)
en el centro de la portería, Víctor a la banda izquierda y David a la derecha.
Gobi se colocó en el centro del campo, porque dice que es un crack y le encanta
distribuir la bola por todos lados. Y Luis o “Luisinho” (así le gusta que le
llamen sus amistades) se colocó en punta, porque es un goleador… donde pone el
ojo pone el balón, lo que pasa es que, está un poco camaleón.
Al árbitro se le veía buena gente, pero eso no quiere
decir que sea un buen colegiado. Fue muy criticado durante y después del
encuentro. Estas fueron sus palabras minutos después del final: “Yo que sé,
estaba hasta la minga de currar repartiendo cupones de la ONCE, quería
experimentar otro tipo de responsabilidades”.
El árbitro no pitó (no vio) una falta de Luis.
Empezó el partido y se oían muy pocos cánticos en la
grada, ya que la mitad de los aficionados han abandonado al equipo por los
níscalos alucinógenos colombianos, que dicen que, se te quitan todas las penas,
aunque saben un poco a cacota… pero eso es otro tema.
En los primeros minutos dominaron las Heces, pero poco a
poco el Milán 430 se iba acercando al área rival y desperdició grandes
ocasiones como una de Dani solo ante el portero y un chut de Luis que casi
sorprende al rival… y a sus compañeros. Y cuando mejor lo estaban haciendo los
milaneses ¡Zasca! Golazo de los Papua con una impresionante bolea ajustada al
palo que dejó a Rodrigo anonadado.
Chicha se volvió a colocar en la defensa como en el
anterior partido y el equipo mejoró defensivamente, pero lógicamente le faltaba
gol. Gol que llegó, pero de nuevo a favor de las Heces, que tras varios
revotes, el número veinte anotaba de rabona con los ojos inyectados en sangre.
Y un par de minutos después, este mismo jugador lanzó a David por los aires
como si fuese una pelota de playa, dejándole sin respiración y sin virginidad.
La caída de David fue parecida a esto.
En el descanso un par de palabrotas de ánimo y a bailar
de nuevo. El Milán salió mejor, Dani y David se adelantaron más para intentar
anotar, pero fue Gobi quien cascó el único gol para los milaneses. Sin duda el
sensual capitán está en racha y demostró que tiene una calidad sublime siempre
y cuando sus familiares se encuentren presentes.
Gabi tras su gol (Gabigol, Gabigol, Gabigol).
Había esperanzas, el empate estaba cerca y todos lo
sabían, menos Jesús, que nunca se le han dado muy bien las matemáticas… él era
más de plástica. Pues eso, que el empate estaba ahí ahí, y habría llegado sin
duda si David tirase alguna vez en su vida a puerta, y también si Alex fuese
Cristiano Ronaldo, pero créeme cuando te digo que, Alex no es Cristiano
Ronaldo.
Ya cansados y desesperados vieron como el árbitro metía
otro gol a favor de los Papua y varios jugadores del Milan tuvieron que sujetar
a Dani para que no aplastara al colegiado que, seguramente tubo que limpiarse
las zurrapas de los calzones esa noche.
Resultado final 3 a 1 a favor de las Heces y Víctor dijo
“No está tan mal, en la casa de apuestas yo había puesto un 7 a 0”. Ese
estúpido y sarcástico comentario subió la moral de algunos jugadores, que se
fueron derechito a celebrarlo con cervezas y pipas resaladas.
Y con esto y un bizcocho voy derecho a tu cho….